La calidad de impresión es determinante a la hora de plasmar un trabajo editorial o gráfico profesional. Así, antes de cerrar un arte final en artes gráficas o en tratamiento de imágenes, se debe prestar mucha atención al color.

Muchas veces, el color que vemos en la pantalla del ordenador no es el mismo que observamos en el trabajo ya impreso. Esto tiene que ver con el paso de un esquema RGB al esquema CMYK.

Si no estás familiarizado con el tema, quizá, alguna vez te hayas preguntado qué diferencia existe entre estas dos ‘opciones’ al cambiar de color algún elemento en Photoshop, Power Point…

RGB (Red, Green, Blue / Rojo, Verde, Azul) – Este esquema combina el rojo, el verde y el azul para dar lugar a millones de colores diferentes, y es el que se utiliza habitualmente en pantallas de ordenador y televisores. Sin embargo, no es el esquema que se emplea en imprentas offset.

CMYK (Cyan, Magenta, Amarillo y Negro) – Este esquema cuatricromático emplea el cyan, el magenta, el amarillo y el negro mezclándolos en diferentes porcentajes, para obtener cualquier tono. Este esquema es el empleado en imprentas offset.

En RGB se pueden obtener muchos más colores, no obstante, si el trabajo se orienta a una impresión offset, la conversión a CMYK quizá no sea exacta, por lo que es recomendable que la carga de archivos se haga en CMYK, algo que hoy día permiten casi todos los programas. Al trabajar en CMYK hemos de tener en cuenta las ciertas dificultades de este esquema para trabajar con el azul y los rojos oscuros.

Así, todo diseñador debe atender a estas cuestiones para que el resultado de la impresión sea el deseado.

En Palgraphic Imprenta Madrid somos conscientes de la importancia del color en los trabajos de impresión. Por ello, atendemos a la norma ISO 12647-2, que establece los métodos de medición y los parámetros que condicionan las características visuales de la impresión en offset. Su objetivo es lograr, desde un principio, el color que se busca y mantenerlo constante a lo largo de toda la tirada. Se establece una correspondencia total entre el arte final, las pruebas de color y la impresión en offset.

Gracias a la aplicación de esta norma, los resultados que obtenemos en Palgraphic son totalmente predecibles, incrementándose la confianza en el producto final.