Algunas voces apuntan a ello. Y hoy en esta entrada de nuestro blog te desvelamos lo que cuenta la leyenda…

Remontémonos a sus antecedentes. A finales del siglo XVIII, Alois Senefelder inventó lo que se conoce como litografía. Este proceso de impresión constaba de placas de piedra que ejercían de soporte. Sobre ellas se dibujaba o escribía algo con tinta grasa.

A continuación, se humedecía la superficie con agua, la cual, penetraba en la piedra excepto en la zona escrita, recubierta con una sustancia grasa. Después se aplicaba la tinta grasa de impresión sobre la piedra, de modo que las zonas mojadas no la impregnaban y en el resto quedaba adherida a la plancha, pudiendo hacer así la impresión. A su vez, la presión se ejercía a través de unos rodillos recubiertos de caucho que se adaptaban al soporte sobre el que se realizaba la impresión.

Más de un siglo después, al cometer un error en el momento de ejecutar este tipo de impresión, surgió la impresión offset sobre papel. En 1904, trabajando en una imprenta, Ira Washington Rubel dejó por olvido de marcar uno de los pliegos, y la impresión pasó al cartucho que cubría el cilindro. Ello llevó a que el siguiente pliego saliera impreso por las dos caras y se dio cuenta de que la impresión hecha desde el propio cartucho tenía mayor calidad.

Así, la impresión offset es un método de impresión indirecto basado en un fenómeno químico-físico muy sencillo: la repulsión entre el agua y las sustancias grasas.

Sin embargo, el proceso de impresión es complejo, pues la plancha offset, se divide en dos áreas, la de los grafismos (zonas lipófilas), capaces de unirse a la tinta; y la de los contragrafismos (zonas hidrófilas), que no pueden cubrirse con la tinta.

La plancha se moja con una solución que se une a los contragrafismos y, a continuación, se entinta. De esta forma, la tinta se adhiere solo a los grafismos, que se transfieren primero a un cilindro de caucho y luego se imprimen en el papel.

Así, son necesarias son necesarias máquinas muy voluminosas y requieren mucho mantenimiento. Por este motivo, este sistema de impresión es conveniente, sobre todo, para grandes producciones.

Las ventajas que tiene, la alta definición y resolución que se obtiene en el trabajo impreso, así como la alta calidad de impresión en cualquier tipo de papel, incluso en los que no tienen una superficie lisa completamente.

Curioso, ¿verdad? Desde Palgraphic, imprenta offset en Madrid, seguiremos compartiendo contigo información y curiosidades sobre este mundo que nos apasiona, la impresión, en general, y la impresión offset, en particular.