El Día del Libro está a la vuelta de la esquina y en Palgraphic, como expertos en imprenta editorial, nos sumamos a la celebración de este día tan señalado. Por esta razón, dedicamos la entrada de hoy de nuestro blog a hablar sobre el proceso de impresión de un libro. ¡Atento si eres un escritor novel a punto de publicar su primera obra!

Todo escritor, a la hora de que su ‘criatura’ vea la luz, aspira a que la obra transmita un determinado mensaje. Y ese mensaje no solo va en el contenido, sino también en el continente.

Así, son muchos los elementos a los que debemos de prestar atención a la hora de producir los ejemplares. Desde el tipo de papel, hasta el diseño, pasando por la tipografía, la encuadernación, las tintas o los acabados.

Una de las cuestiones más importantes es el papel. Seleccionar el papel adecuado afectará no solo al coste de fabricación del mismo, sino también a la legibilidad del contenido, a la calidad de textos e ilustraciones, a la calidad de impresión, a la tirada, así como a la estabilidad y durabilidad de los ejemplares.

De este modo, los tipos de papel varían en función de tres características:

  • Si el papel es estucado o no estucado. El estucado se clasifica en diferentes categorías según el grado de estucado que tenga. Estas categorías serían papel ligero, papel medio o papel altamente estucado. El papel estucado proporciona mayor uniformidad en su superficie. Además, retiene la tinta de forma más rápida y homogénea. En definitiva, se trata de un papel de mayor calidad. Así, suele emplearse en libros de arte o técnicos. No obstante, en general, los libros suelen imprimirse en papel no estucado.
  • Respecto a la composición del papel, los más utilizados son los papeles de pasta mecánica, de pasta química, reciclados o de algodón o trapo.
  • En cuanto al gramaje o peso del papel, señalar que este va desde los 70 hasta los 170 gramos por metro cuadrado.

Otro aspecto de gran importancia es la maquetación. A la hora de maquetar un libro, son tres los aspectos más determinantes a los que debemos prestar atención.

  • El sangrado es el margen de seguridad necesario para la correcta reproducción de los ejemplares. Este dependerá del tamaño del libro.
  • En función del tipo y cantidad de texto y de imágenes que compongan el contenido, dependerá la elección del papel. Si el contenido está compuesto principalmente por texto, es preferible optar por papel no estucado, pues no nos interesará que haya demasiado contraste entre el papel y el texto impreso, dado que causaría fatiga ocular al leer.
  • La portada y la contraportada son también un factor determinante. Constituyen la imagen, la tarjeta de presentación del libro, de modo que debemos prestar especial atención a la elección del papel que vamos a utilizar. Y no solo debemos atender a que visualmente resulte atractivo. Su tacto y rigidez también son importantes, pues pueden dificultar su apertura o provocar que se cuartee con facilidad.

Por tanto, si estás inmerso en un proyecto editorial a punto de materializarse, ten en cuenta todos estos factores. Asimismo, te animamos a que acudas a profesionales de la impresión editorial. Ellos te asesorarán y conseguirán el mejor acabado para los ejemplares. En Palgraphic somos especialistas en impresión editorial. ¡Pídenos presupuesto!