“La imprenta es un ejército de veintiséis soldados de plomo con el que se puede conquistar el mundo”, decía el alemán Johannes Gutenberg. Y tenía razón, pues su descubrimiento fue uno de los grandes de la Historia y supuso un antes y un después para la humanidad. 

Pero ¿cuál es su verdadera historia? Desde Palgraphic, queremos descubrirla haciendo un viaje en el tiempo. Una aventura apasionante que recorre 15 siglos y que entenderás mejor si la seguimos etapa tras etapa. 

Cómo sería el mundo sin imprenta 

Existirían un mayor número de personas en el mundo que no sabrían leer, muchas otras hablarían aún latín y, quizá, hubiesen llegado con miles de años de retraso los grandes descubrimientos científicos y algunos de los acontecimientos históricos nunca hubiesen ocurrido. Así hubiese sido nuestro mundo si no se hubiese inventado la imprenta. 

Aunque ya los romanos utilizaban moldes de arcilla unos 400 años antes de Cristo y los chinos usaban las piezas de porcelana para hacer reproducciones de textos en el siglo XI, no sería hasta la década de 1440, cuando Johann Gutenberg inventara la imprenta moderna. Su mérito fue perfeccionar las técnicas de impresión que ya existían fundiendo por separado y en metal cada una de las letras del alfabeto.  

También ideó un sistema en el que estaban todas armadas y cada letra se ponía una a continuación de la otra. De esta forma, el alemán consiguió componer las páginas de una manera más eficiente y rápida y los moldes podían ser reutilizados para otras impresiones. 

La invención de Gutenberg fue la magia que hizo avanzar la ciencia a gran velocidad y que posibilitó la difusión de los libros, los diarios de viaje, las cuentas empresariales y mucho más. La imprenta jugó un papel clave en el avance del Renacimiento, la Reforma Protestante y la Era de la Ilustración. De hecho, su trascendencia fue tal que muchos hablan de la era Gutenberg. 

Etapas de la evolución de la imprenta 

Etapa 1: la impresión en bloques de madera 

Comenzamos en la China del siglo VI después de Cristo, durante la dinastía Tang. Entre los grandes inventos del gran Imperio Chino, este sistema de impresión consistía en imprimir mediante matrices de madera talladas sobre una hoja de papel.  

Etapa 2: impresión con tipos móviles 

Llegamos a una de las etapas más importantes de la historia de la imprenta y, una vez más, llega de China con la impresión con tipos móviles. Wang Zhen, lo hizo aún más resistente e inventó un sistema de mesas giratorias que mejoraba la calidad de las impresiones. 

En esta misma etapa seguimos avanzando hasta el momento clave: el siglo XV, cuando Johannes Gutenberg trae esta técnica a Europa. Por primera vez, utilizaba las tintas de base oleosa, mucho más duraderas que las anteriores. También son mucho más resistentes los caracteres tipográficos, al estar hechos con una aleación de plomo, estaño y antimonio. 

Finalmente, y tras un año de experimentos, Gutenberg imprime el 23 de febrero de 1455 la “Biblia de Gutenberg”, con una tirada de 180 copias. 

Etapa 3: la rotativa 

Ahora damos un salto en el tiempo y aterrizamos en el año 1843. El estadounidense Richard March Hoe inventa la primera rotativa de la Historia y William Bullock introduce la alimentación del papel mediante el uso de bobinas, la primera máquina tipográfica para grandes tiradas. Tres años más tarde, la rotativa aparece en la redacción del “Philadelphia Public Ledger”. 

Etapa 4: impresión offset 

En 1875 aparece la impresión offset con Robert Barclay e Ira Washington Rubel la adapta al papel. Con este avance, la calidad era muy buena en cualquier tipo de papel, sin embargo, el proceso de impresión era bastante complicado. Además, las máquinas offset tenían un gran tamaño y grandes costes de mantenimiento por lo que solo podían utilizarse en grandes producciones. 

Etapa 5: linotipia 

En 1885, Ottmar Mergenthaler inventa la linotipia, una ventajosa máquina para la composición tipográfica que aceleró muchísimo la impresión. Desde ese mismo momento, los tipógrafos ya no tendrían que hacer ninguna composición a mano ya todo se hacía mecánicamente.  

Un año más tarde, la linotipia hace su primera aparición en el “New York Tribune”. La revolución fue tal que hasta Thomas Edison habló de la linotipia como “la octava maravilla del mundo”. 

Etapa 6: la impresora láser 

La tecnología láser llegó en 1971 con Xerox Corporation y, con este sistema, se podía imprimir en tiempo récord y cualquiera podía imprimir de forma autónoma. 

Los primeros modelos, no son como los que te imaginas ahora mismo, eran voluminosos, complejos de usar y bastante caros. Tuvimos que esperar hasta 1982 para ver la primera impresora láser de sobremesa. 

Etapa 7: la impresora 3D 

Terminamos este viaje en la actualidad, con la aparición de la impresora 3D. Esta técnica nació en 1983 cuando Chuck Hull utilizó por primera vez los rayos UV para endurecer los barnices. 

Hoy en día, la impresión 3D avanza cada día para hacernos la vida un poco más fácil y curiosa, y se usa en ámbitos como la arquitectura, el arte o el sector sanitario. 

¿Cuál será la próxima etapa que marcará la historia de la imprenta?  

Desde Palgraphic, imprentas en Madrid, esperamos que este artículo te haya resultado interesante. Como sabes, somos amantes de la cultura, de hecho, nuestra especialidad es la impresión editorial, y queríamos compartir contigo los secretos de la historia de la imprenta.